
Personalmente prefiero pensar que el caos que se revuelve a nuestro alrededor no es casual. Podría ser muy infantil, pero no subestimo a ningún extraño en la calle solo porque no está en mi plan. De hecho casi me importa más la influencia del caos en mi vida que la de los esfuerzos que puedo hacer para mantener el orden.
En general le tememos al caos, y lo entiendo perfectamente, ¿quién quiere ser despertado a las 3 am por el caos, o sorprendidos en un aeropuerto durante las navidades, o en medio de la final de tu equipo de futbol? Yo no voy a cambiar tu opinión sobre el caos, pero hay que admitir que tiene un lado amable, la aleatoriedad, infinitas opciones sin ningun orden específico.
Estamos sujetos a unas leyes físicas, esas son las reglas del juego, pero todo lo demás es un caos incesante que lleva a la gente a hacer cosas inesperadas que obviamente repercuten en otras…
Poder encontrar la belleza en lo inesperado no es fácil, tampoco te pido que lo hagas, yo me tomare esas molestias por ti.
Una chica va en el mismo autobús, por ejemplo, a la misma hora todos los días, comparte esa ruta y ese horario con más personas, entre ellas un chico. –ya puedes ver por dónde voy- un día la chica que siempre está a tiempo, siempre se sienta en el mismo sitio, no está. Ese chico, que comparte la ruta y que algunas veces cruza miradas con ella, lo nota. Dos días después ella aparece y él al verla dice “Hola, ¿me puedo sentar contigo?”.
No voy a llenar esta entrada con historias de amor, principalmente por lo que he dicho antes de que la aleatoriedad permite demasiados resultados posibles. (y que es un poco cursi también).

He llegado a mi punto. Yo creo que tenemos que seguir intentando darle finalidad al caos, no dejarnos llevar por él, luchar aunque él siempre gane. Es una bonita historia que contar, porque quien sabe, quizás sí va a suceder algo hermoso cuando esa chica le diga a él que sí se puede sentar a su lado.
He ahi la cosa...
ResponderEliminarparte de nuestra humanidad se regocija en el mantenimiento del control, creemos que llevamos nuestra vida en un trineo cuyos caballos son controlados por nuestras ideas y pensamientos.
ERROR...
Tal como vemos en la evolución de gusanos a vertebrados, todo lo que está alrededor del animal influye en sus próximas modificaciones (acciones en el caso de la vida de la gente): crean un corazón de varias cámaras para separar la sangre oxigenada y desoxigenada para mejorar el rendimiento de la respiración, pasar de una piel membranosa a una con escamas y de ahi a una piel con capas y vesículas de grasas que retiene mejor los líquidos para comenzar a desligarnos de la vida en el agua.
Es así, como la vida misma, que inevitablemente nuestro desarrollo está ligado a las relaciones personales, a quien saludamos, con quien conversamos, inclusive los 10 minutos que llegamos antes a una entrevista de trabajo, o donde nos tomamos el café de las 5...
Por eso reitero, el que crea que tiene el control de las cosas que le ocurrirán en un solo día de su vida es un insensato, con temor a ser cursi o crédulo de la "alineación de los astros"...
Soy amiga del que sonrie a las 10am cuando va llegando tarde, soy receptiva del que me habla a los ojos y me alienta en los días difíciles... Todos aquellos que sonrien cada minuto, aunque cueste, que alientan a sus compañeros, aunque lloren, que comparta sus sentimientos tristes y piense en positivo, podra obtener aquello que más anela, sin importar si sus desiciones definen o no su "destino"
Imagina si las ranas se hubiesen empeñado en tener pelos cuando no tocaba...
Un abrazo a todos y gracias por compartir tus pensamientos Naroa!!
AU